La tasa de supervivencia puede aumentar si se tiene un diagnóstico oportuno y certero. Los modelos digitales y anatómicos en 3D permiten visualizar hasta el más mínimo detalle de la patología del paciente.
El tratamiento contra el cáncer siempre va a generar miedo y confusión. Es un tema difícil incluso para los doctores, lo cual hace que para el paciente sea más sencillo, optar por no recibir el tratamiento adecuado.
Descubre como la tecnología 3D, permite brindar seguridad al paciente oncológico, a su vez que aumenta la posibilidad de que el paciente diga que sí al tratamiento.
Visualización de tumoraciones
Las imágenes 2D que arrojan los estudios, permiten saber dónde se encuentra la metástasis, sin embargo, también pasan por alto las estructuras anatómicas que se encuentran a los alrededores de tal tumoración.
La tecnología 3D brinda la ventaja de tomar la imagen DICOM en 2D y convertirlo en un modelo digital anatómico en el que se puede visualizar de una manera más exacta la patología que se está tratando.
De esta manera, se tiene la certeza del tamaño de la tumoración y si existe probabilidad de que afecte a las estructuras colindantes. Haciendo que sea más seguro el tratamiento, al tener la seguridad de lo que está por tratarse.
Seguridad del paciente oncológico
Al tener un modelo anatómico impreso en 3D, el paciente puede recibir una explicación por parte del médico, que le haga entender cómo ha proliferado la enfermedad y en qué áreas se encuentra exactamente.
Recibiendo esta información, el paciente tendrá una mejor idea acerca de qué es lo qué padece exactamente y cómo será el tratamiento al que será sometido.
De la misma manera que el paciente, los familiares también quedarán más tranquilos, asegurando la calidad en el tratamiento del paciente.
Práctica Prequirúrgica
La impresión 3D permite practicar con el modelo, antes de la intervención quirúrgica.
La retroalimentación háptica que es capaz de otorgar esta tecnología, hace que actualmente sea la mejor herramienta y recurso para realizar una práctica prequirúrgica.
Esta práctica brinda la certeza de cómo será el órgano a tratar y la tumoración a extraer, aún antes de intervenir quirúrgicamente al paciente, esto, gracias a las propiedades que posee.
Conviértete en líder utilizando tecnología 3D y asegura la calidad en el tratamiento de tus pacientes.